Hablas bien pero no impactas

Hablas bien pero no impactas: Cómo pasar de comunicar a influir estratégicamente.

¿Te ha pasado que haces presentaciones impecables, participas activamente en reuniones, argumentas con claridad… pero sientes que no generas el cambio que esperas? ¿Que tus ideas suenan bien, pero no movilizan? ¿Que hablas… pero no impactas?

Este es un síntoma más común de lo que creemos, especialmente entre líderes técnicos que están dando el salto hacia un liderazgo más estratégico. Comunicar bien no es suficiente.
En el mundo del liderazgo, no se trata solo de sonar profesional o tener buena dicción. Se trata de generar impacto, influencia y acción.

En este artículo vamos a explorar:

  • Por qué hablar bien no siempre significa comunicar con impacto

  • Los errores más comunes que nos restan poder de influencia

  • Qué sí podemos hacer para mejorar

  • Cómo desarrollar una comunicación estratégica

  • Y por qué todo esto es clave en tu evolución como líder estratégico

¿Por qué hablar bien no siempre basta?

 Porque el liderazgo no se mide por lo que dices, sino por lo que provocas.

Y para provocar impacto necesitas mucho más que una buena estructura gramatical o una presentación visualmente atractiva.

Necesitas claridad estratégica, empatía, presencia y, sobre todo, intención.
Comunicar desde el liderazgo significa alinear tus mensajes con tus objetivos, con tu visión, con tu equipo… y con lo que el momento necesita.

7 errores frecuentes que cometemos al comunicar 

Aquí algunos de los más comunes entre líderes con alto nivel técnico pero bajo impacto comunicativo:

  1. Ser demasiado técnicos sin traducir el valor

    • Hablamos en nuestro propio idioma (KPIs, frameworks, siglas…) sin conectar con el lenguaje del negocio o de las personas.

  2. Hablar para explicar, no para inspirar

    • Nos enfocamos en que nos entiendan, pero no en que se movilicen o se sientan parte del propósito.

  3. Querer sonar profesionales, pero sonar lejanos

    • Confundimos formalidad con frialdad. Y sin conexión emocional, no hay influencia real.

  4. Decir mucho, pero no decir lo esencial

    • Caemos en la trampa de la sobreexplicación, sin dejar espacio para que el mensaje respire y cale.

  5. No adaptar el mensaje al interlocutor

    • Usamos el mismo discurso para el equipo técnico, que para el comité de dirección o para clientes… y eso nos hace irrelevantes.

  6. Pensar solo en el contenido, pero no en el contexto

    • Ignoramos el momento emocional, organizacional o político en el que ocurre la conversación.

  7. Hablar desde el ego, no desde el impacto

    • Queremos sonar inteligentes, y olvidamos que el objetivo es generar valor compartido.

¿Qué sí podemos hacer para comunicar con impacto?
 

Te comparto una lista de acciones que puedes incorporar desde hoy para fortalecer tu comunicación como líder estratégico:

  1. 🎯 Ten claro tu objetivo antes de hablar
    ¿Quieres convencer, inspirar, movilizar, alinear, prevenir? Tu tono y tu enfoque deben estar al servicio de eso.

  2. 👂 Escucha antes de proponer
    La buena comunicación no comienza hablando, sino leyendo el contexto y escuchando activamente.

  3. ✍️ Simplifica sin perder profundidad
    Habla claro, sin rebusques, pero con inteligencia. Usa analogías, ejemplos y storytelling.

  4. 🎥 Muestra, no solo digas
    Usa datos, visuales o experiencias reales para reforzar tu mensaje. Las personas recuerdan lo que sienten, no solo lo que oyen.

  5. 💬 Repite tu mensaje clave en diferentes formatos
    En una presentación, en una reunión 1:1, en una historia, en un correo… La repetición estratégica ancla.

  6. 🤝 Adapta tu estilo según el interlocutor
    Aprende a leer perfiles. No todos necesitan lo mismo: unos requieren detalles, otros visión, otros emociones.

  7. 🌟 Cuida tu presencia, no solo tus palabras
    Tu lenguaje corporal, tu tono de voz, tu energía… todo comunica. Liderar es también sostener una energía clara.

¿Y cómo se relaciona esto con el liderazgo estratégico?
 

De forma directa, un líder estratégico no es solo alguien que tiene una visión, sino alguien capaz de transmitirla con claridad, influencia y propósito.

Un líder estratégico:

  • No da órdenes, influye decisiones

  • No impone cambios, moviliza equipos

  • No solo responde dudas, provoca nuevas preguntas

  • No solo informa, transforma

Y todo eso se logra con una comunicación clara, humana y estratégica.
La comunicación no es una soft skill. Es una herramienta de poder. Y si la dominas, lideras mejor.

Entonces… ¿cómo empiezo?

Aquí tienes tres prácticas clave para empezar a elevar tu impacto comunicativo:

 

  1. Haz un mapeo de tus conversaciones clave
    Identifica en qué espacios necesitas comunicar con más claridad: reuniones de equipo, presentaciones ejecutivas, sesiones de retroalimentación, etc.

  2. Entrena tu capacidad de síntesis y enfoque
    Practica resumir tus ideas en una frase poderosa. ¿Cuál es el mensaje que debe quedarse grabado?

  3. Pide feedback honesto sobre cómo comunicas
    No cómo hablas, sino cómo haces sentir a las personas. ¿Te siguen? ¿Te recuerdan? ¿Te entienden? ¿Se mueven?

Recuerda que:
 

No nacemos siendo líderes estratégicos, nos construimos.
Y uno de los pilares fundamentales de esa construcción es cómo comunicamos.

Así que la próxima vez que tengas una oportunidad de comunicar, pregúntate:

¿Voy a sonar bien? ¿O voy a generar impacto real? Hazlo con estrategia y propósito. Y verás cómo tu liderazgo empieza a dejar huella.

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Angela del Mar

Consultora Estratégica en Innovación y Liderazgo

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